Publicado en Reflexión
Por Ana
Viernes, 7 de Junio del 2024

Con el amor que queda en el corazón, se mantiene viva la memoria

Hace un poco más de un año tuve un sueño, esos mediúmnicos y llenos de información, en él había muchas personas alrededor de una mesa conversando y, por fuera de la ronda, estaba yo y mi tía que había fallecido. Ella miraba esa reunión, no me acuerdo de qué hablábamos, pero seguramente era de ella, en eso me mira y me dicen algo así como “Deciles que la forma de mantener viva la memoria, es el corazón. Así me pueden mantenerme viva y presente”.

Obviamente, en el sueño me daba vergüenza decir esa información y se lo plantee a mi tía muerta, ella en un acto de reto (amoroso) y entre risas me dice “¿Para qué sos médium si no vas a compartir lo que te estoy diciendo?”.

Hace una semana, fui a ver Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, y le decía Sirius Black a Harry Potter "Quienes nos aman jamás nos dejan y siempre estarán aquí (señala el corazón)", recordándome de ese sueño que había tenido.

Todo esto me hace pensar en la importancia del amor, ese amor genuino y sincero que trasciende planos y que llega a los que amamos y ya no están de forma física. También, pienso en los recuerdos, una de las cosas más duras de los duelos es darse cuenta que se comienzan a olvidar detalles, que buscamos aferrarnos a ese pedacito de memoria con todas nuestras garras para no dejar ir pero ¿Qué pasa si no dejamos ir? ¿Eso nos va a hacer sentir mejor o solamente nos paraliza ante la vida que continúa?

No se la respuesta, está médium llamó al celular de su padre muerto (siendo aún una niña) todo lo que pudo recordar su número para escuchar su voz en el contestador, imagínense el shock cuando deje de recordar ese número. Incluso cuando sabía, desde el día que murió, que estaba bien y en otro plano.

El duelo es un proceso de soltar y dejar libre a esa persona que quisimos, no porque no lo quisiéramos lo suficiente sino porque lo amamos lo suficiente para aprender a vivir sin ella. Mientras, a los vivos que quedamos en este plano, nos quedarán en la memoria los recuerdos que se mantengan, se compartirán anécdotas con otras personas que también los conocieron entre risas y que nos recordarán cuanto nos amaron y, sobre todo, cuanto amamos. De esta forma, compartiendo y recordando, mantenemos viva la memoria y a esas personas.

Les aseguro que ese amor trasciende el tiempo, espacio y planos para llegar a ese ser querido que ya no está y, para volver rápidamente a calentarnos un poquito el corazón en medio de la experiencia de vivir.

Para terminar, les comparto algo que hacíamos con mi mamá (y que yo sigo haciendo algunas veces sola), en fechas especiales cocinábamos, comprábamos o hacíamos una actividad que a él le hubiese gustado. Esa era nuestra forma de duelar acompañándonos, recordarlo y hacerle llegar nuestra honra y amor.

Ana