Estaba en una sesión de Péndulo Hebreo con arcángeles, canalizando las explicaciones del mensaje o las recomendaciones vinculada a dones que decidieron darle a la persona (algo que siempre me sorprende hacer) y me dicen «Es que los dones son como árboles». Me quede pensativa, intentando entender a qué hacían referencia en los microsegundos donde puedo pensar durante la sesión.
Y agregan lo siguiente, transcribo tal cuál lo que canalice con el permiso de los arcángeles, “uno descubre que hay una semilla en la tierra y vemos que brota algo de allí, no sabemos que es (o tenemos una pequeña noción) pero nuestra intuición nos dice que lo cuidemos y sigamos regando hasta que se convierta en un hermoso árbol con flores y frutos para compartir con nosotros mismos y otras personas”.
Debo hacer una salvedad antes de continuar explicando que, cuando hablan de dones no hacen referencia a la mediunidad, psiquismo, etc. si no también dones más “terrenales” dibujar, cantar, cuidar de las plantas, ser bueno en algo que nos gusta hacer como, por ejemplo, editar un video, ser buenos en matemáticas, etc.
Los dones es algo que todo tenemos, incluso me da como rechazo llamar dones a algo porque (muchas veces) el que tiene un don se cree superman o la mujer maravilla pero, sin importar que tipo de don sea, tenerlo es mucha responsabilidad.
Como dijeron los Arcángeles, en este caso el vocero fue el Arcángel Chamuel, uno se da cuenta instintivamente que hay algo ahí disponible para desarrollar. Nos damos cuenta que hay un brote pequeño que dice “Hola, acá estoy y soy tu don”, queda en nosotros que en algún momento de la vida regarlo y cuidarlo suficientemente para que eso se convierta en un árbol gigante con frutos, flores y semillas para compartir. Los dones no se desarrollan de un momento para otro, como siempre les digo cuando me escriben ansiosxs de información, “vayan con calma que esto lleva tiempo” y eso se ve reflejado en todo. Los ingenieros empezaron jugando de criaturas con ruedas, cables, etc., los arquitectos con bloques o dibujando en hojas cuadriculadas, los artistas yendo a hacer teatro o aprender dibujo, música, canto ¿Por qué esperamos que el desarrollo de un don como es la mediunidad, el psiquismo, etc. sea inmediato?
A los dones hay que aceptarlos, darle la bienvenida, regarlos, verlos crecer paulatinamente, cantarle o hablarle para que nos entienda que por ahí va muy rápido y no estamos preparados cerebralmente para algunas cosas (tipo, ver un duende o espíritu), para desarrollar dones debemos escuchar nuestra intuición cuando nos dicen “hasta acá, por hoy” y, créanme, que el árbol que van a ver después de todo ese proceso va a valer la pena.
Todo lo que de ese árbol (Frutos, flores o semillas) nos va a servir de alimento para seguir creciendo como almas, va a abonar el suelo también cuando caen a la tierra y se comienzan a desintegrar, vamos a poder compartirlo con otras personas para inspirarlos a desarrollar sus dones, alentarlos a seguir sus sueños, brindarle un mensaje o un servicio. Y, cuando lleguen al final de su vida, se van a dar cuenta, que ese árbol gigante nos va a dar sombra y, sentados en el suelo con la espalda recostada en el árbol, vamos a poder decir “que hermosa vida, que fructífera y llena de magia. Gracias por ser mis dones en esta vida y enseñarme a vivir y ver el mundo desde otra perspectiva”.